miércoles, 21 de marzo de 2012

El maltrato de la mujer en Marruecos



 

 La hermana de Amina portando una foto suya durante una protesta 

 Publicado: 19 Marzo 2012 

Hace unos días, la joven de 16 años Amina Filal se suicidó tras ser violada, golpeada y forzada a casarse con su violador. La muerte fue el único escape que encontró para liberarse de la trampa impuesta por su agresor y por la ley. Si actuamos ahora, podemos evitar que esta desgarradora tragedia se siga repitiendo.

El artículo 475 del Código Penal marroquí permite que los violadores se libren de ser juzgados y de una larga condena en la cárcel si se casan con sus víctimas, cuando son menores de edad. Desde 2006, el gobierno ha venido prometiendo acabar con este escándalo y aprobar nuevas leyes que prohiban la violencia contra las mujeres. Pero aún no ha cumplido su promesa. 

Centenares de ciudadanos marroquíes están tomando las calles en señal de protesta, exigiendo una reforma verdadera, y presionando al Primer Ministro y a los demás Ministros responsables de promover este tipo de legislación. Esta historia ya ha logrado atraer la atención de la prensa internacional, y si intensificamos la presión ahora, podríamos presenciar importantes avances muy pronto. 
 Firma la petición a la derecha por una ley integral para detener la violencia contra las mujeres -- incluyendo la cancelación del Artículo 475. Colaboraremos con grupos locales de mujeres para hacer entrega de nuestro mensaje a las autoridades cuando alcancemos las 250.000 firmas.

http://www.avaaz.org/es/forced_to_marry_her_rapist_b/?fp 


                                                                                                      Sandra y María Jesús



martes, 13 de marzo de 2012

El Burka

 Símbolo de opresión de las mujeres afganas.
Violencia de género




El término burka o burqa (del árabe, برقع burqa`) puede referirse a dos formas de ropa tradicional usadas por mujeres en algunos países musulmanes.

* La primera es un tipo de velo que se ata a la cabeza, sobre un cobertor de cabeza y que cubre la cara a excepción de una raja en los ojos para que la mujer pueda ver a través de ella.

* La otra es una prenda conocida como burka completo, burka afgano o, en ocasiones, chador (چادر), el cual cubre el cuerpo y la cara por completo.

Ambas clases de burka son utilizados por algunas mujeres musulmanas como una interpretación del código de vestido del hiyab.
El burka completo fue hecho obligatorio en Afganistán bajo el mandato de los talibanes, imponiéndose de esta forma un tipo de prenda capas de garantizar control sobre el cuerpo de la mujer, ya que cubre los ojos con un ' velo tupido ' que impide que quien la usa pueda ver normalmente, puesto que el ´enmallado´ que la compone limita la visión lateral haciendo perder la ubicación espacial, volviéndo al usuario dependiente de otras persona para poder desplazarse con eficacia especialmente en espacios abiertos.
Otro de los objetivos del ´velo tupido´ es evitar que el rostro y los ojos sean visibles.
El burka afgano ejerce una fuerte presión (peso) sobre la cabeza aumentando la fatiga al caminar.
La extensión promedio de esta prenda es hasta la altura de los pies, no solamente para cubrir todo el cuerpo, sino para garantizar una mayor dificultad en el desplazamiento [cita requerida], especialmente impidiendo que se pueda correr con ella.
La introducción de esta prenda se produjo en Afganistán a principios del siglo XX, durante el mandato de Habibullah (1901-1919), quien impuso su uso a las mujeres que componían su numeroso harén, para evitar que la belleza del rostro de estas tentara a otros hombres. Así pues el burka se convirtió en una vestimenta utilizada por la clase alta, quien de este modo se "aislaba" del pueblo llano, evitando así su mirada.
En la década de los 50 su uso se generalizó en la mayoría de la población, si bien seguía siendo una prenda de las clases acomodadas.
Como ya se ha dicho se extendió entre todas las capas sociales en un acto de imitación de clase alta, ya que se consideraba un símbolo positivo de estatus social.
La burka es un símbolo de la opresión de las mujeres afganas. Es una prenda de vestir que las convierte en fantasmas.
Deben llevarla obligadamente al salir a la calle y cubrir con ella todo su cuerpo, incluidas las manos. En la intimidad de su casa, éstas mujeres sólo pueden descubrirse si no hay extraños a la familia.
Antes de que los talibanes asumieran en el poder en 1997, sólo algunas mujeres rurales llevaban la burka, una prenda que hoy sólo se utiliza en Afganistán y en Pakistán, con otras variantes.


La burka no es un vestido, es una cárcel que somete a las mujeres a la terrible dificultad de no ver con claridad nada que no se encuentre a un metro de distancia frente a sus ojos.
Produce una visión de "anteojeras", que les hace perder la vista de los ángulos laterales estrechando el campo visual que aparece, detrás de las celdas del tejido que se abre a la altura de los ojos, "enrejando" todo lo percibido.
Las miradas de estas mujeres están presas, como sus cuerpos.

Sabira Mateen, seudónimo de una dirigente de la organización clandestina de mujeres afganas RAWA *, confirma esta idea cuando dice:
...Es como una cárcel. Da calor y aísla. Las mujeres no pueden reconocerse. Las que necesitan gafas, no pueden usarlas. Es como si, además, fueran casi ciegas. El tejido que cubre sus ojos debe ser suficientemente tupido pues a algunas mujeres les han pegado por llevar los agujeritos demasiado grandes. Para las mujeres, la obligación de llevarla ha sido un trauma, porque es humillante, dificulta todos los movimientos y también ver...
A menudo, la poca visibilidad que permite la pequeña apertura provoca, al cruzar las calles, serios accidentes que llevan a estas mujeres a la muerte.
El periódico inglés "The Times", publicaba en Noviembre de 2001:
"...las mujeres afganas sufren un holocausto de género desde que los talibanes asumieron el poder en Afganistán, siendo violentadas, humilladas, ciegas, golpeadas, excluidas, lapidadas..."




Al nacer, el ser humano organiza su mundo a través del contacto con su madre (o de la persona que cumple con la función materna). Su primer vínculo con ese mundo nuevo es la piel. El segundo, será la mirada, y el tercero, la voz.
Esta relación vincular, que en sus comienzos tendrá como protagonista exclusiva a la madre, será el soporte para aprender y aprender-se, constituyéndose otro y diferente de la mirada materna.
La mirada de la madre que le permitirá, a su vez, situarse como una unidad separada de ella. Sobre este proceso se constituirá su identidad.
El filósofo y escritor francés Jean Paul Sartre, en su obra "El Ser y la Nada", hace girar la demostración de la existencia del Otro alrededor de la mirada:
"El objeto humano no es asimilable a ningún objeto, en tanto es un objeto que me mira. A partir del momento en que existe esta mirada, ya soy algo distinto en tanto yo mismo me siento objeto para la mirada del otro. Recíprocamente, el otro también sabe que soy un objeto que se sabe visto".




Esta mirada será la que le permitirá, alrededor de los 7 u 8 meses, como dice Spitz, la conservación del objeto desaparecido de su vista. Es recién en este período cuando aparecen la capacidad de evocar las representaciones internas de los objetos, las sensaciones de placer y displacer con relación a las experiencias vividas en su entorno, a través de lo cual el niño puede elaborar la separación de su madre y adquirir la capacidad de espera necesaria y la tolerancia de la frustración en el deseo no satisfecho de inmediato.
Es aquí donde Winnicott ubica lo que llama "objeto transicional", objeto a través del cual, logra la síntesis dialéctica que le permitirá superar esa instancia. El pasaje a ser él mismo, diferente y separado de un Otro.
La mirada de la madre, primera mirada, aprueba o desaprueba, genera seguridad, apoyo, sostén. El contacto con su piel no sólo refuerza el sistema inmunitario (de acuerdo a los últimos estudios), también origina sensación de placer y protección.
Debajo de la burka, la mirada de la madre no existe. No existe su rostro, su voz se distorsiona y es imposible el contacto con su piel. Tampoco existe para estas mujeres la mirada del hijo al amamantar. No hay vínculo ni sostén a través de este soporte básico y constituyente de un Otro. No hay mirada.
¿Cómo se imprime esa carencia en la evolución de estas niñas y niños que luego llegarán a la adultez? ¿Qué impronta deja en ellos el vacío de la mirada materna? ¿Cuánto influirá en su vida esa búsqueda de identidad, de aprobación, de ser "alguien"? ¿Tendrá relación con la conducta suicida de ese supuesto "mártir" que cree adquirir identidad al pensar que se inmola "en el nombre de Alá"? ¿Buscará, aún a costa de miles de muertes y de la suya propia, la mirada de aprobación de la que careció?
Hace pocos días, el periódico italiano La Repubblica, publicó unos dibujos solicitados a niños y niñas afganas acerca de su madre: invariablemente, ella aparecía como una figura fantasmagórica que tenía como rostro rayas entrecruzadas, garabateadas casi con furia.



*Asociación Revolucionaria de Mujeres Afganas. Esta organización nació en 1977 en Kabul. Su fundadora, Meena, fue asesinada 10 años más tarde. Rawa lucha por la dignidad y los derechos de la mujer afgana.
     

                                                                                   Sandra 



El odio a la mujer en China


11 de Febrero2011

La Mujer en China

Es mejor criar cisnes que tener hijas” (dicho popular chino)



                                

La mujer china ha sido, durante mucho tiempo, discriminada en la sociedad. Sobre todo cabe hablar de las zonas rurales, donde crece dentro de un ambiente en el que los comentarios negativos acerca de su papel en la vida son comunes.También es significante que el maltrato doméstico y las violaciones haya aumentado en los últimos años. Todo crea en ellas valores que las hacen sentir inferiores y sumisas. Todo ello viene dado al concepto que todavía está anclado en la sociedad china, de que las mujeres no son importantes. Esto se refleja en que las familias chinas prefieren concebir a un niño que a una niña, llegando incluso al infanticidio con prácticas abortivas determinadas.

La mujer china es discriminada en la sociedad. Crece a menudo en un ambiente en el que escucha comentarios negativos acerca de su papel en la sociedad, sobre su capacidad, etc. 


Esto crea en ella una forma de pensar que la hace sentirse incompetente, sumisa y sin valores. Su discriminación comienza antes del nacimiento. Las familias, debido a la ley impuesta de tener un solo hijo, prefieren los niños a las niñas. De hecho, el porcentaje actual en China es desproporcionado: 113 niños por cada 100 niñas. Esto se atribuye principalmente a la práctica ancestral del infanticidio, a no registrar las niñas cuando nacen y a los métodos de aborto selectivo. 

Secuestros y compraventa de mujeres persisten todavía en China. La idea de que el hombre es más capaz que la mujer está aún muy enraizada. Como la población masculina sobrepasa con creces a la femenina, el hombre busca otros caminos para encontrar una esposa. Es más fácil comprar una que pasar por todos los costos tradicionales de la boda china. Como consecuencia, en las zonas rurales y montañosas, muchas mujeres, normalmente pobres, son seducidas por disfrazadas agencias de contratación de empleos mediante promesas de trabajo bien remunerado en las zonas costeras. Pero al final acaban como prostitutas o como esposas-esclavas de campesinos. Importantes sumas de dinero circulan en estas transacciones. 


En 1992 se promulgó una ley determinante para salvaguardar los derechos e intereses de las mujeres. Con ello, se intentaba defender sus derechos fundamentales, es decir, los derechos básicos que todo ser humano merece por el mero hecho de serlo. También, se pretendía modificar la mentalidad de la sociedad civil china de que las mujeres eran un mal, un estorbo.
Esta ley, lejos de cumplir su fin, pudo ver como el maltrato hacia la mujer y los abortos han seguido continuándose pero, por primera vez, la natalidad de mujeres ha ido en aumento. A pesar de todo sigue sin ser bienvenido un embarazo que trae consigo a una niña, pero menos mujeres han tomado la vía del aborto, teniendo que romper muchas veces de una forma muy complicada, con su familia y entorno.

Hoy por hoy, se ha llegado a un punto en donde la posición social, laboral y familiar de la mujer china es un tema totalmente politizado, al igual que lo puede ser la economía nacional.


Aún así, en pleno siglo XXI, la mujer actual china dista mucha de la que se podía observar a finales del siglo XX. Hoy por hoy, se ha conseguido que la igualdad entre hombres y mujeres esté un paso mas cerca. Que la mujer tenga su propio respaldo en sus derechos y libertades y que nadie, hombre o mujer, pueda arrebatárselos o anulárselos. O que hoy en día pueda participar ( no sin cierta dificultad ) en sectores políticos, culturales, educativos, familiares… Son ya una ”semi-realidad” , algo impensable años atrás.


El hecho es que aún queda mucho camino por andar, sobre todo en cuanto a la mentalidad social, puesto que aunque se ha progresado mucho aún quedan zonas y sectores en los que ahondar el concepto de “igualdad”.


                                                                                                             


El maltrato a la mujer en la India

11 de Febrero 2011




Disposición del gobierno indio:
" Instalarán cunas para que padres abandonen a sus hijas y no las maten " 
NUEVA DELHI, 20 Feb. 07 / 07:38 am (ACI).- El Gobierno indio determinó colocar cunas en todos los distritos del país para que los padres puedan abandonar en ellas a sus recién nacidas cuando no quieran criarlas, para así reducir los dos millones y medio de asesinatos de niñas que se registran en el país cada año.
“No me importa si la medida puede incentivar el abandono de las niñas. En cualquier caso es mejor eso que matarlas. Queremos poner cunas en todos los distritos. Lo que decimos a la gente es que tenga a sus hijos y no los mate. Si no quieren a sus niñas, que nos las den”, indicó la Ministra de la Mujer y el Desarrollo infantil, Renuja Chowdhury, en declaraciones a la agencia india PTI.
La funcionaria señaló que los asesinatos causan cada año la desaparición de dos millones y medio de niñas, sobre todo en las áreas más desarrolladas y mejor alfabetizadas del país, lo que genera una verdadera crisis nacional. “Es un problema internacional y una vergüenza nacional que con un crecimiento del nueve por ciento este país siga matando a sus hijas”, anotó.
Por su parte, la directora del Centro para la Investigación Social, Ranjana Kumari, reclamó un “fuerte movimiento de la sociedad civil para cambiar la mentalidad de la gente” y aseguró que la solución del problema pasa por que “las niñas dejen de ser una carga para las familias”.”Es un problema social porque la legislación vigente es muy difícil de cumplir, ya que nadie se queja y las muertes de estas niñas tienen el consentimiento de sus padres”, agregó.
Para muchos padres el infanticidio o dejar morir a sus hijas es preferible a pagar una serie de bienes a la familia del novio en el momento de pactar el matrimonio, una costumbre que se conserva en la India, un país donde el hijo varón perpetúa el linaje, hereda la propiedad y cuida de sus padres en la vejez, al contrario que la mujer.


http://moralyluces.wordpress.com/2007/02/20/cunas-para-ninas-indias/

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Cunas/aborto/ninas/elpepusoc/20070218elpepusoc_5/Tes

                                                                  

Mutilación, ablación genital femenina





La ablación o mutilación genital femenina comprende una serie de prácticas consistentes en la extirpación total o parcial de los genitales externos de las niñas. Entre otras consecuencias, las niñas mutiladas padecerán durante toda su vida problemas de salud irreversibles.
Se calcula que 70 millones de niñas y mujeres actualmente en vida han sido sometidas a la mutilación/ablación genital femenina en África y el Yemen. Además, las cifras están aumentando en Europa, Australia, Canadá y los Estados Unidos, principalmente entre los inmigrante procedentes de África y Asia sudoccidental.
La mutilación/ablación genital femenina se practica por diversas razones, entre ellas:

Sexuales: a fin de controlar o mitigar la sexualidad femenina.

Sociológicos: se practica, por ejemplo, como rito de iniciación de las niñas a la edad adulta o en aras de la integración social y el mantenimiento de la cohesión social.

De higiene y estéticos: porque se cree que los genitales femeninos son sucios y antiestéticos.

De salud: porque se cree que aumenta la fertilidad y hace el parto más seguro.

Religiosos: debido a la creencia errónea de que la ablación genital femenina es un precepto religioso. La ablación se practica principalmente a niñas y adolescentes de entre 4 y 14 años. No obstante, en algunos países la ablación genital femenina se practica a niñas menores de 1 año, como por ejemplo, en Eritrea y Malí, donde la práctica afecta, respectivamente, a un 44 y un 29% de estas niñas.

Las personas que practican la ablación genital femenina son generalmente comadronas tradicionales o parteras profesionales. La ablación genital femenina es un servicio muy valorado y muy bien remunerado económicamente, por lo que es fácil inferir que el prestigio en la comunidad y los ingresos de estas personas puedan estar directamente ligados a la práctica efectiva de la intervención.

La ablación genital femenina constituye una violación fundamental de los derechos de las niñas. Es una práctica discriminatoria que vulnera el derecho a la igualdad de oportunidades, a la salud, a la lucha contra la violencia, el daño, el maltrato, la tortura y el trato cruel, inhumano y degradante; el derecho a la protección frente a prácticas tradicionales peligrosas y el derecho a decidir acerca de la propia reproducción. Estos derechos están protegidos por el Derecho internacional.

La ablación genital femenina causa daños irreparables. Puede acarrear la muerte de la niña por colapso hemorrágico o por colapso neurogénico debido al intenso dolor y el traumatismo, así como infecciones agudas y septicemia. Muchas niñas entran en un estado de colapso inducido por el intenso dolor, el trauma psicológico y el agotamiento a causa de los gritos.

Otros efectos pueden ser una mala cicatrización; la formación de abscesos y quistes;
un crecimiento excesivo del tejido cicatrizante; infecciones del tracto urinario; coitos dolorosos; el aumento de la susceptibilidad al contagio del VIH/SIDA, la hepatitis y otras enfermedades de la sangre; infecciones del aparato reproductor; enfermedades inflamatorias de la región pélvica; infertilidad; menstruaciones dolorosas; obstrucción crónica del tracto urinario o piedras en la vejiga; incontinencia urinaria; partos difíciles; y un incremento del riesgo de sufrir hemorragias e infecciones durante el parto.